En los últimos tiempos los propietarios de naves industriales están preocupados,
entre otras razones, por dos motivos. Las naves se alquilan a unos precios
mucho más bajos que en la época de auge económico y las rentas de alquiler
apenas experimentan un aumento durante el periodo de vigencia de los contratos
por la escasa o nula variación del índice de precios.
Esta situación de precios bajos que está experimentando la
economía tiene una explicación
principal, el precio del petróleo, que
actualmente se encuentra en uno de los niveles de precios más bajos que se
recuerdan y es el motor que tira de los precios de una gran parte de los
productos de consumo.
Tampoco ayuda la inestabilidad política que está sufriendo
el país y que puede conducir a fugas de capital o llevar a los inversores a retrasar alguna de sus
operaciones, lo que a su vez puede suponer una menor cantidad de dinero en
circulación y un menor consumo con la consiguiente contracción de los precios.
No obstante, si nos atenemos a la historia económica, esta
situación debería de ser temporal y probablemente antes que tarde la variación
de los precios de consumo revertirá la situación actual y empezará a mostrar
variaciones positivas de manera estable.
Normalmente las rentas de alquiler de las naves industriales
o de cualquier otro inmueble se referencian en base el IPC siempre que los
contratos tengan una duración superior a un año. En la práctica en muchas
ocasiones los propietarios no actualizan la renta porque el impacto de la
subida del IPC en la renta de alquiler no es muy significativa y algunos
propietarios no se molestan en realizar la gestión pertinente para actualizar
dicha renta. De todos modos tenemos que indicar que ningún arrendatario puede sentirse agraviado si se
actualiza la renta en función del IPC ya que es lo normal, sobre todo en
contratos de larga duración, y el
propietario está en su derecho de actualizar dichas rentas tal y como se pacta
en los contratos, del mismo modo que el arrendatario está en su derecho de
exigir al propietario que le baje la renta si el IPC es negativo, salvo que se
pacte lo contrario.
Por tanto, en los contratos de alquiler de las naves
industriales lo habitual en los contratos de una duración superior a un año es
referenciar las rentas de alquiler al índice de precios al consumo, y esta es
una situación que preocupa a muchos propietarios porque actualmente el IPC está
registrando tasas de variación muy pequeñas o incluso negativas, pero no
debemos olvidar que en el fondo el IPC muestra el coste de la vida, y que un
IPC en valores bajos no tiene porqué ser malo para los propietarios ya que
aunque sus rentas de alquiler no aumenten lo que ellos desean tampoco aumentarán por
regla general los precios de los productos que consumen con lo cual el impacto final en la capacidad adquisitiva del propietario no debería de ser significativo.