lunes, 8 de febrero de 2016

El IPC y las rentas de alquiler de las naves industriales

En los últimos tiempos los propietarios de naves industriales están preocupados, entre otras razones, por dos motivos. Las naves se alquilan a unos precios mucho más bajos que en la época de auge económico y las rentas de alquiler apenas experimentan un aumento durante el periodo de vigencia de los contratos por la escasa o nula variación del índice de precios.

Esta situación de precios bajos que está experimentando la economía tiene una explicación
principal, el precio del petróleo, que actualmente se encuentra en uno de los niveles de precios más bajos que se recuerdan y es el motor que tira de los precios de una gran parte de los productos de consumo.
Tampoco ayuda la inestabilidad política que está sufriendo el país y que puede conducir a fugas de capital o llevar a los inversores a retrasar alguna de sus operaciones, lo que a su vez puede suponer una menor cantidad de dinero en circulación y un menor consumo con la consiguiente contracción de los precios.

No obstante, si nos atenemos a la historia económica, esta situación debería de ser temporal y probablemente antes que tarde la variación de los precios de consumo revertirá la situación actual y empezará a mostrar variaciones positivas de manera estable.
Normalmente las rentas de alquiler de las naves industriales o de cualquier otro inmueble se referencian en base el IPC siempre que los contratos tengan una duración superior a un año. En la práctica en muchas ocasiones los propietarios no actualizan la renta porque el impacto de la subida del IPC en la renta de alquiler no es muy significativa y algunos propietarios no se molestan en realizar la gestión pertinente para actualizar dicha renta. De todos modos tenemos que indicar que ningún arrendatario puede sentirse agraviado si se actualiza la renta en función del IPC ya que es lo normal, sobre todo en contratos de larga duración,  y el propietario está en su derecho de actualizar dichas rentas tal y como se pacta en los contratos, del mismo modo que el arrendatario está en su derecho de exigir al propietario que le baje la renta si el IPC es negativo, salvo que se pacte lo contrario.


Por tanto, en los contratos de alquiler de las naves industriales lo habitual en los contratos de una duración superior a un año es referenciar las rentas de alquiler al índice de precios al consumo, y esta es una situación que preocupa a muchos propietarios porque actualmente el IPC está registrando tasas de variación muy pequeñas o incluso negativas, pero no debemos olvidar que en el fondo el IPC muestra el coste de la vida, y que un IPC en valores bajos no tiene porqué ser malo para los propietarios ya que aunque sus rentas de alquiler no aumenten lo que ellos desean tampoco aumentarán por regla general los precios de los productos que consumen con lo cual el impacto final en la capacidad adquisitiva del propietario no debería de ser significativo.