A pesar de no ser la opción más habitual a la hora de
financiar la compra de una nave industrial, cada vez se están realizando más
operaciones a través del llamado “Leasing Inmobiliario”.
A diferencia de una compraventa ordinaria, en la que el
comprador de una nave industrial financia la compra mediante un préstamo hipotecario,
en la operativa de leasing inmobiliario es el banco o entidad financiera el que
compra el inmueble y el que se lo “alquila” al interesado a cambio de unas
cuotas durante un periodo de tiempo mínimo pactado y que no suele ser menor de
10 años, y una vez finalizada esta etapa la empresa interesada podrá ejercer su
derecho de compra de la propiedad.
Este tipo de herramienta puede ser muy beneficiosa para las
empresas ya que en cierto modo minimiza el riesgo de impago y otorga
flexibilidad a la empresa a la hora de tomar decisiones, ya que si llegado el
momento de ejecutar la compra la situación económica de la empresa no es la más
adecuada el potencial comprador puede desistir abandonando la operación pero al
mismo tiempo se ha beneficiado de las ventajas fiscales obtenidas durante el
periodo del leasing. En este sentido algunas de las principales ventajas fiscales
a tener en cuenta pueden ser el poder deducir el gasto del impuesto de
sociedades y la posibilidad de acelerar la amortización del inmueble con el
consiguiente impacto positivo en las cuentas de la sociedad.